En el marco del GLI Forum Latam 2025, nuestra presidente destacó cómo la inversión con enfoque de género trasciende lo filantrópico para transformar riesgos en oportunidades y maximizar el desarrollo económico y social.
En el GLI Forum Latam 2025, que se realizó entre el 10 y 12 de junio en Ciudad de México, se reunieron líderes de distintas organizaciones públicas y privadas de América Latina para analizar los avances de la inversión con enfoque de género, como un mecanismo efectivo que permita avanzar hacia la igualdad e impulsar el desarrollo económico de la región.
En este importante escenario, Daniela Konietzko, presidente de la Fundación WWB Colombia, participó el 11 de junio en el panel “Inversión de Impacto para la Igualdad de Género”, junto a Anna Raptis, Founder CEO de Amplifica Capital; Jacqueline Ovens, VP of the Investment Program de Equality Fund; y Rodrigo Villar, Founding Partner de New Ventures; espacio que resaltó la inversión de impacto como herramienta para cerrar las brechas de género y fomentar un desarrollo más justo y sostenible.
Al inicio de la sesión, Gema Sacristán, Líder de Sostenibilidad Cambio Climático en Deloitte y moderadora del espacio, compartió que “invertir con enfoque de género no es solo una opción ética, es una estrategia inteligente que transforma riesgos en oportunidades y maximiza el impacto“. Asimismo, la movilización de capital con enfoque de género exige más que buenas intenciones, requiere convicción, diseño estratégico y la voluntad de romper paradigmas.
Durante el panel, Daniela Konietzko compartió ante las y los asistentes la experiencia y evolución de la Fundación en la inversión con enfoque de género; detalló cómo ha trascendido de la inclusión financiera a una visión de transformación estructural, buscando movilizar capital para tratar las raíces de la desigualdad. Igualmente recalcó que “la inversión con lente de género es estratégica y rentable, no meramente filantrópica”.
Y es que las cifras lo avalan, pues según un estudio de BlackRock del 2023, las empresas con mayor diversidad de género en su fuerza laboral tuvieron una rentabilidad sobre activos (ROA) superior en un 29% en comparación con aquellas con menor equidad entre los años 2013 a 2022. Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca que la equidad de género tiene el potencial de aumentar el PIB en un 20%, y en adición un informe del Banco Mundial del 2024 indica que los programas de inclusión económica muestran retornos internos de hasta el 66%.
Daniela Konietzko subrayó que es necesario contar con liderazgo y colaboración para fortalecer el ecosistema de inversión con lente de género. En cuanto a la medición y el acompañamiento del impacto de estas inversiones, resaltó la importancia del compromiso genuino por parte de los inversores, señalando que “si el compromiso no es real, el interés en temas de género puede disminuir“. De igual forma, todos estos esfuerzos deben ser acompañados desde la investigación y la analítica, que permiten obtener indicadores que cuantifican el impacto más allá de lo financiero.
En el panel, las voces expertas llegaron a conclusiones en común, como la urgente necesidad de transformar la mentalidad y los sesgos que existen en el ecosistema de inversión, y educar a los inversores sobre la rentabilidad del GLI para visibilizar el mercado femenino con datos sólidos e historias de éxito. La transformación más inminente es un cambio cultural y estructural que reconozca el valor y la rentabilidad del liderazgo femenino.
Más allá de la inversión: otros frentes clave para la igualdad de género
Además de la inversión de impacto, el GLI Forum Latam puso en el centro del debate otros temas cruciales para el desarrollo inclusivo de América Latina, con la participación de líderes y expertos de diversas organizaciones.
En la inauguración, María Noel Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres, señaló una “falta de voluntad política para garantizar la igualdad de género” en distintos ámbitos de la sociedad, y enfatizó en la necesidad de “contar más mujeres en el poder” en la política y todos los sectores. Asimismo, destacó que, además de abordar las violencias, es crucial hablar del tema presupuestal, pues en muchos casos el presupuesto destinado a género es mínimo.
Por su parte, Lorenzo Jiménez de Luis, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recalcó que los países con mayor inclusión son los que muestran niveles más sostenidos de desarrollo. En cuanto a los derechos reproductivos y la salud, Alanna Armitage, representante de Fondo de Población de las Naciones Unidas México, reiteró la necesidad de dejar de ver la salud y los derechos de las mujeres como un costo, e invitó a “empezar a verlos como la inversión con mayor retorno”.
En este sentido, las y los ponentes coincidieron en que ningún país podrá cumplir con la Agenda 2030 sin abordar de manera frontal las desigualdades que afectan a las mujeres, especialmente en América Latina.
Con el propósito de fortalecer la igualdad de género, el empoderamiento económico de las mujeres y el impulso de inversiones con impacto social en América Latina, el evento fue escenario de la firma de Memorando de Entendimiento (MoU) pactado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México y Pro Mujer. El acuerdo busca ser una apuesta decidida por avanzar hacia un desarrollo inclusivo y sostenible, donde la inversión en las mujeres se convierta en eje central de las políticas públicas y la acción institucional. La firma estuvo encabezada por Lorenzo Jiménez de Luis, Representante Residente del PNUD en México, y Carmen Correa, CEO de Pro Mujer.
El GLI Forum Latam 2025 fue un escenario de diálogo y colaboración; no solo puso en cifras la rentabilidad de la equidad, sino que también impulsó la urgencia de transformar mentalidades, movilizar capital y construir un futuro donde la igualdad de género sea el motor del desarrollo sostenible para toda la región. La presencia de la Fundación en estos espacios de alta relevancia reafirma su compromiso con la construcción de un ecosistema que transforme las brechas en oportunidades reales para las mujeres.