En alianza con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, la Fundación WWB Colombia presentó en Bogotá la nota estadística “Análisis con perspectiva de género de los micronegocios en Colombia: trabajo de cuidado no remunerado y pobreza”, un estudio que revela cómo, a pesar de que los micronegocios representan el 22,9% del total de ocupados en el país, generan más de 1,5 millones de empleos adicionales al de la persona propietaria y sostienen a más de 14,9 millones de personas, persisten profundas desigualdades que, además, afectan de manera desproporcionada a las mujeres.
Para Daniela Konietzko, presidenta de la Fundación WWB Colombia, “hemos descuidado la complejidad de los micronegocios, a pesar de que constituyen la columna vertebral de nuestra economía, pues les permiten subsistir a millones de hogares colombianos”. Además, resaltó que “los datos nos permiten tomar mejores decisiones y esta nota estadística es un ejemplo de ello, pues nos ha dado un camino para contribuir al desarrollo económico del país y específicamente de las mujeres. Desde Fundación, continuaremos uniendo el conocimiento técnico con las realidades del terreno para desarrollar soluciones locales con perspectiva global”.
De los 5,2 millones de micronegocios existentes, el 35,5% son liderados por mujeres. A pesar de esta proporción, estas unidades económicas, fundamentales para la subsistencia de millones de hogares, enfrentan brechas significativas: las ventas mensuales promedio de los negocios liderados por mujeres es de un 39,9% menos frente al promedio de los hombres, a pesar de que las mujeres presentan un nivel educativo ligeramente superior y mejores indicadores en algunos aspectos TIC y en prácticas de gestión.
En la presentación del informe, el subdirector general encargado del DANE, Cesar Mauricio López, enfatizó que “el trabajo de cuidado no remunerado es una barrera estructural, casi invisible pero inmensamente poderosa, que limita, de manera desproporcionada y sistemática, el desempeño, la rentabilidad y el potencial de crecimiento de los micronegocios liderados por mujeres”. Señaló que, a pesar de que el país avanza en estrategias para fomentar el emprendimiento femenino, estas iniciativas no serán suficientes si no se abordan de forma integral las cargas de cuidado. “Los datos nos muestran con claridad que para liberar el potencial económico de las mujeres debemos impulsar políticas que redistribuyan y reduzcan el tiempo de cuidado, fortaleciendo los sistemas de corresponsabilidad y reconociendo este trabajo como un componente esencial de la economía”, puntualizó López.
El informe muestra que la desigual distribución del trabajo de cuidado no remunerado es un factor determinante: el 97,3% de las propietarias dedica, en promedio, 7 horas y 58 minutos diarios a estas labores, casi cinco horas más que los hombres. Esta carga limita el tiempo y los recursos que pueden destinar a sus negocios, afectando su crecimiento y sostenibilidad. De hecho, podría limitar también la generación de empleo, pues las mujeres tienden más a tener colaboradores no remunerados o familiares.
Además, el 52% de los micronegocios de mujeres operan desde la vivienda, comparado con el 15,4% de los hombres, lo que evidencia la necesidad de aportar a la economía del hogar sin abandonar sus otras labores. También es clave señalar que el 44,1% de los micronegocios se dedican al sector de servicios. Las mujeres tienen mayor presencia en comercio, alojamiento, servicios de comida y entretenimiento, actividades relacionadas también con el cuidado de otros.
Los hallazgos de la nota fueron presentados en una charla tipo Ted, por Valentina Valoyes y Harrison Sandoval, del equipo de Analítica de la Fundación WWB Colombia, quienes además de explicar la metodología y principales resultados, resaltaron la necesidad de políticas interseccionales que reconozcan la relación entre micronegocios, economía del cuidado y pobreza. Entre las recomendaciones clave se encuentran fortalecer el sistema nacional de cuidados, promover la corresponsabilidad en el hogar, diseñar estrategias de formalización adaptadas a los micronegocios de subsistencia, mejorar el acceso al financiamiento y asistencia técnica con enfoque de género y fomentar la inclusión digital.
Al cierre, se realizó el panel ¿Cómo convertir los datos en acción? Implicaciones para la política pública, que contó con la participación de Diana Osorio, Coordinadora del GIT Enfoque diferencial e interseccional del DANE; Luisa Fernanda Bernat, Coordinadora de analítica y mejoramiento continuo de la Pontificia Universidad Javeriana; David Monroy, Director de gestión de conocimiento de la Cámara de Comercio de Bogotá, y Esneyder Cortés, Director de Estrategia y Planeación de la Fundación WWB Colombia, quien moderó el espacio. Irene Tafur, directora de Comunicaciones, estuvo en la presentación del evento.
Entre las conclusiones del panel se destacó la necesidad de establecer políticas que reconozcan la relación entre micronegocios, economía del cuidado y pobreza; fortalecer el sistema nacional de cuidados; promover la corresponsabilidad en el hogar, diseñar estrategias de formalización; mejorar el acceso al financiamiento y asistencia, además de promover la autonomía económica de las mujeres.
Este informe, que busca mejorar el desempeño de los micronegocios y reducir la pobreza a través de la implementación de políticas interseccionales con enfoque de género, se puede consultar aquí.
Si quieres revivir la participación de la Fundación WWB Colombia en este gran evento, puedes hacerlo aquí.