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Foto: eltiempo.com | Un gran desafío para las mujeres emprendoras es el balance entre lo familiar y lo laboral. |
Las mueve más la oportunidad que la necesidad. Son líderes transformacionales.
“Las mujeres colombianas tienen en su ADN el emprendimiento y son un ejemplo para otras mujeres en otros países, como en España ahora que estamos en crisis”. Lo dice la española Yanire Braña, fundadora y presidenta de MET Community, una plataforma colaborativa para apoyar el emprendimiento femenino y la innovación social.
Según Braña, quien trabaja en el área de gestión del cambio en el Banco Mundial, el 74 por ciento de las emprendedoras nacionales lo es por oportunidad, no por necesidad, “una cifra por encima de otros países, lo que demuestra su actitud innovadora. Se les ocurren cosas”.
Así lo expuso en el Foro de Emprendimiento Femenino e Innovación Social en Colombia, que se llevó a cabo recientemente en Bogotá, liderado por MET.
Ante decenas de mujeres explicó que ese ADN está compuesto de varias ‘E’: energía (entendida como fuerza y constancia), espiritualidad (pensando en el equilibrio y el bienestar de la gente), esperanza y experiencia, entre otras.
Sin embargo, pese al empuje, ellas se encuentran con dos barreras fundamentales: el acceso a recursos de financiación y la falta de redes de apoyo, de estar conectadas entre ellas para tener retroalimentación.
Respecto al acceso al crédito, Luz Marina Ferro, profesora de la Universidad de Los Andes quien también participó en el foro, explica que en el sector financiero todavía hay mucha desconfianza en la capacidad de gestión de las mujeres en el tema de recursos. “Hay más apoyo en microcrédito, porque son buenas pagas, pero para emprendimientos más grandes dudan porque creen que no se van a dedicar al negocio por completo porque tienen familia”.
Según Ferro, los motivos que más impulsan a las colombianas al emprendimiento son:
Independencia: muchas se han probado en un sector como ejecutivas y deciden lanzarse con su propio negocio porque conocen la actividad y tienen nuevas ideas.
Autonomía: quieren trabajar para ellas mismas, manejar su tiempo (no es fácil lograrlo).
Capacidad para hacer conexiones: por experiencia, conocimiento e intuición, las mujeres logran conectar las necesidades de las personas para generar negocios o empresas.
No tienen miedo de validar sus ideas con otros.
Van directamente a la acción, movilizan equipos y ejercen un liderazgo transformador.
Líderes que suelen pensar en la gente
Es evidente que las mujeres han logrado participar más activamente en el mundo empresarial, gracias en parte, a que hoy cuentan con una mayor educación, muchas veces más completa que la de los hombres.
Esto les ha permitido acceder a niveles ejecutivos donde ellas suelen ejercer un tipo de liderazgo distinto a los de los hombres, pues es más transformacional, el cual se caracteriza por:
* Ser inspirador: no da órdenes (que es el estilo transaccional, más masculino), sino que muestra con el ejemplo, y cuando hay dificultad, tiende a compartir las labores.
* Coparte la información y el poder.
* Piensa en formar a sus subalternos para que ellos también crezcan.
* Trabaja en equipo.
* Se interesa en las personas: conoce sus fortalezas y las promueve y ayuda a superar las debilidades. Reconoce lo que alguien hace bien y lo impulsa.
Esto ha hecho que en las organizaciones haya nuevas dinámicas gracias a sus aportes. Según María Consuelo Saénz, sicóloga y profesora de la Universidad de los Andes, quien también participó en el foro, las mujeres ejecutivas tienen hoy un desafío que es lograr el balance entre la vida familiar y laboral; una barrera, que es vencer el estereotipo de género; y una ventaja, que es su estilo de liderazgo.Tomado de Eltiempo.com
Agosto 1, 2013