Analizar los avances y desafíos de las mujeres en el liderazgo, las empresas y el emprendimiento en Cali y Valle de Cauca fue el propósito del Foro Mujeres que Conectan. Nuestra directora de Programas, Johana Urrutia Muñoz, así como Nathaly Ibargüen, emprendedora de Quilombo Ancestral, fueron protagonistas.
El pasado lunes 12 de mayo, 120 directivas, emprendedoras y representantes gremiales, se dieron cita en el foro Mujeres que Conectan, que se llevó a cabo en la Cámara de Comercio de Cali. Este encuentro, impulsado por la Fundación WWB Colombia, el Observatorio para la Equidad de las Mujeres, la Universidad Icesi y Cali Cómo Vamos, tuvo como objetivo principal analizar la conexión entre la diversidad, la equidad y la rentabilidad empresarial, presentando datos contundentes y experiencias que demostraron su impacto directo.
El evento inició con una serie de charlas magistrales que sentaron las bases para la conversación, ofreciendo un panorama claro sobre los desafíos y oportunidades de las mujeres en materia de empleo, cuidado, emprendimiento y en el campo empresarial.
Alejandro López, director de Cali Cómo Vamos, presentó datos locales que evidenciaron la urgencia de actuar, y es que en 2024, el salario promedio de una mujer en Cali fue de $1.734.000, es decir, $302.000 menos que el de los hombres. Además, resaltó la desigualdad en las tareas de cuidado, dónde el 95% de las mujeres realiza estas actividades frente al 75% de los hombres. Además, advirtió que esta sobrecarga doméstica no solo limita el tiempo de las mujeres para emprender, sino que también reduce su confianza, pues solo 39 de cada 100 caleñas creen posible montar un negocio exitoso en la ciudad.
“Es importante articular estos espacios de conversación desde la institucionalidad, para sumar esfuerzos, entre todas las entidades que trabajamos en la reducción de brechas de género y la justicia social” afirma López, quién también resalta el valor de generar conexiones con mujeres emprendedoras y empresarias que trabajan día a día por mejorar la competitividad de la región.
Por otro lado, Lina Buchely, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM) destacó un estudio de McKinsey, en el cual se concluyó que las empresas con un 30% de mujeres en sus juntas directivas pueden aumentar un 13% el retorno de inversión. Asimismo subrayó que en Colombia, la representación femenina en puestos de decisión se mantiene en 23%, un diferencial que, según sus palabras, representa “dinero sobre la mesa” para las organizaciones que aún no integran más mujeres en sus directorios.
“Le hemos cumplido a las mujeres de las capas altas de élite en el compromiso de llevarlas a los cargos de toma de decisiones, pero esa promesa no se ha cumplido para las mujeres de capas medias” considera Buchely, que ve necesario tener liderazgos más conscientes, para lograr romper la brecha de clase y tener gobiernos corporativos radicalmente diversos.
Desde el emprendimiento, Johana Urrutia, directora de Programas de la Fundación WWB Colombia, profundizó en cómo esta brecha se refleja en el tejido productivo regional, pues la mitad de los pequeños negocios del departamento son liderados por mujeres, sin embargo estos facturan 40% menos que los administrados por hombres y solo 18% accede a crédito formal.
Para cerrar estas brechas, afirmó que es crucial implementar políticas públicas que apoyen el emprendimiento femenino, facilitar el acceso a financiamiento de las mujeres y promover la equidad de género, un trabajo que requiere una articulación importante de todas las organizaciones.
Liderazgos que inspiran y transforman
Tras las charlas, el foro dio paso a un conversatorio central que reunió a destacadas líderes como María del Mar Palau, presidenta de la Cámara de Comercio de Cali; Lina Sinisterra, gerente de la ANDI Valle; y las emprendedoras Nathaly Ibargüen, de Quilombo Ancestral, y Diana Cortés, de Gulupa Sabores Mágicos. El espacio fue moderado por Vicky Perea, directora de El País.
Desde el sector empresarial, Lina Sinisterra, defendió el compromiso del Club del 30% para que las empresas listadas en bolsa asignen al menos tres de cada diez sillas en sus juntas directivas a mujeres antes de 2027. “Tenemos la responsabilidad de asumir la vocería y de mentorear a quienes vienen detrás; no podemos operar en la cultura del silencio”, recordó, subrayando la necesidad de mentorías y redes efectivas.
“Es fundamental seguir sumando hombres a la conversación de equidad de género y que de alguna manera podamos enseñarles y mostrarles cómo vincular mujeres dentro de la fuerza laboral le agrega un valor enorme a cada una de las organizaciones” afirmó Sinisterra.
Por su parte, María del Mar Palau, planteó que la primera transformación es dejar de lado la etiqueta de “microempresa” y asumirse como “protagonistas del progreso”. Anunció la ampliación de programas como Prospera y Fábricas de Productividad, la creación de módulos sobre transformación digital e inteligencia artificial, y la puesta en marcha de la Plataforma del Pacífico para enlazar negocios femeninos y afro con compradores externos. Insistió, además, en que formalizar las ventas por medios electrónicos es condición para acceder a crédito y un uso eficiente de capital.
En el conversatorio, fue posible escuchar de primera mano los casos de Nathaly Ibargüen y Diana Cortés, quienes son un claro ejemplo del potencial de estas estrategias desde la experiencia emprendedora. Ibargüen, con su marca gastronómica Quilombo Ancestral, relató cómo su negocio nació con la idea de “contar mi historia como mujer negra y la historia de mi comunidad” y hoy provee festivales internacionales. Para Nataly, un gran reto en su camino ha sido “poder lograr el equilibrio entre la familia y emprender”, y considera que su mayor logro ha sido poder alcanzar el punto de equilibrio de sus negocio para “tener una remuneración digna no solamente para mí sino para las personas que hacen parte de Quilombo”.
En cuanto a Diana Cortés, creadora de Gulupa Sabores Mágicos, resumió su experiencia de crecimiento y las cualidades esenciales para el éxito: “Los ingredientes para uno poder ser exitoso son disciplina, pasión y constancia”. Cortés también motivó a otras personas emprendedoras a “conectar con tu idea, planificarla y llevarla a ejecución, no tengas miedo, siempre y cuando tú tengas clara tu idea, llévala a ejecución”.
El foro Mujeres que Conectan no sólo puso en cifras el valor de la equidad, sino que también promovió soluciones que permitan crear un futuro empresarial más inclusivo en Cali y el Valle del Cauca. Este espacio de diálogo y reflexión reafirmó el compromiso de diversas organizaciones en la construcción de una hoja de ruta donde la participación femenina plena sea el motor del desarrollo económico y social de la región.