La Fundación WWB Colombia, el Observatorio para la Equidad de las Mujeres y Cali Cómo Vamos presentaron datos clave sobre la realidad de las mujeres de la ciudad, analizando desafíos y oportunidades para la equidad de género.
En el marco del Día de la Mujer, la Fundación WWB Colombia, el Observatorio para la Equidad de las Mujeres (OEM) y Cali Cómo Vamos llevaron a cabo el evento “Lo que sienten las caleñas”, un conversatorio en vivo realizado desde la redacción de El País de Cali. En este espacio, Soraya Husain, directora de Investigación de la Fundación WWB Colombia; Natalia Escobar, directora de proyectos del OEM; y Danny Angarita, líder técnico de Cali Cómo Vamos, analizaron los principales desafíos y oportunidades en empleo, emprendimiento, cuidado y seguridad que enfrentan las mujeres en la ciudad.

Durante el conversatorio se dieron a conocer hallazgos importantes sobre el trabajo de cuidado realizado por las mujeres. Y es que en Cali, son ellas quienes asumen una carga mayor en estas labores, dedicando en promedio el doble de tiempo que los hombres a estas tareas como la atención de niños, adultos mayores y personas enfermas. Esta situación afecta su salud, bienestar y autonomía económica, y es aún más marcada en mujeres afrocolombianas y en aquellas entre los 18 y 39 años, que enfrentan mayores barreras para acceder a empleo formal y educación superior, según lo indica el Informe Cuidadoras y Proveedoras, de la Fundación WWB Colombia y el Grupo Digna de la Universidad de los Andes.
La cantidad de tiempo dedicada al cuidado y a labores domésticas, no sólo deteriora la salud física y mental de las mujeres, sino que también reduce sus oportunidades de desarrollo personal y profesional, de hecho según datos de Cali Cómo Vamos, tan sólo el 16% de las mujeres que dedicaron más de 9 horas diarias al cuidado practicaron algún deporte o actividad física, lo que refleja la falta de tiempo para el autocuidado y el esparcimiento.
Por otro lado, el hacerse cargo de estas labores, limita el crecimiento empresarial de las mujeres a la hora de emprender: el 68% de las emprendedoras son las principales responsables del cuidado en sus hogares, y perciben 30,7% menos ventas con respecto a los hombres, así lo expresan cifras de Fundación WWB Colombia.

La sobrecarga de trabajo de cuidado impacta la salud, y las oportunidades económicas de las mujeres, en Cali, el 26,5% de ellas ha optado por el emprendimiento como una alternativa de sustento, pero enfrentan barreras para el crecimiento de sus negocios, como el menor acceso a crédito, redes de contacto limitadas y una carga desproporcionada de responsabilidades domésticas.
Según el estudio de la Fundación WWB Colombia y del proyecto Digna, Trabajo y Género, la mayoría de emprendedoras se concentra en sectores de menor rentabilidad: el 41,3% se dedica a la preparación y venta de alimentos y bebidas, mientras que sólo el 0,5% participa en actividades como el comercio de productos farmacéuticos o la reparación de vehículos, que generan mayores ingresos.

Seguridad y autonomía económica
Además de los desafíos económicos, las mujeres en Cali enfrentan una amenaza latente: la violencia de género. A pesar de que las denuncias por violencia intrafamiliar registradas por la Policía Nacional disminuyeron en un 24% durante el primer mes de 2024, el OEM advierte que esta reducción no necesariamente indica una mejora en la situación, sino que muchas víctimas podrían estar dejando de denunciar.
Asimismo, la precariedad laboral agrava esta problemática, y es que según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 49,2% de las mujeres caleñas trabajaron en la informalidad en 2024, lo que implica falta de estabilidad laboral, ingresos fijos y acceso a seguridad social.
Estos factores generan una situación de vulnerabilidad, ya que, según datos de Medicina Legal de 2024, el 56% de los hechos de violencia intrafamiliar fueron cometidos por ex parejas y el 22% por parejas actuales. En tanto, el 88% de los episodios de violencia intrafamiliar ocurrieron en la vía pública, mientras que solo el 7% se registraron dentro de las viviendas, lo que evidencia que los riesgos para las mujeres no se limitan al ámbito doméstico, sino que también están presentes en el espacio público.
En muchos de estos casos, la falta de independencia financiera dificulta que las mujeres puedan salir del círculo de violencia, y a esto se suma el preocupante aumento de feminicidios en 2024, con 11 casos registrados en la ciudad, la cifra más alta de los últimos cuatro años, siendo las mujeres jóvenes las más afectadas, pues siete casos correspondían a mujeres menores de 35 años.

A pesar de su participación activa en la economía y el emprendimiento, las mujeres en Cali continúan enfrentando barreras estructurales que limitan su crecimiento y bienestar. La sobrecarga del trabajo de cuidado, la falta de acceso a recursos financieros, la concentración en sectores de baja rentabilidad y la amenaza constante de la violencia de género afectan su autonomía económica y calidad de vida.
Frente a este panorama, es fundamental impulsar políticas y estrategias que no solo promuevan el acceso de las mujeres a mejores oportunidades laborales y empresariales, sino que también aborden las desigualdades de género, desde un enfoque integral. Garantizar entornos seguros, reducir la precariedad laboral y fortalecer los mecanismos de denuncia y protección son pasos clave para construir una ciudad más equitativa, donde las mujeres puedan vivir en un entorno más equitativo.